mercoledì 2 settembre 2015

Volvamos a empezar (aunque ya nada será como antes...)

 
Retos de una docente de Español como Lengua Extranjera ante el nuevo curso.
 
 
 
 
Robinson Crusoe es la prehistoria
de la utopía: no lejos de la costa de Utopía
yacen los restos del barco malogrado, pero
Robinson se ha salvado, ha logrado llegar
a tierra y su capacidad de aprender ha sobrevivido.
El barco del saber ha naufragado,
pero su poder puede regenerarse.
 
Gustav Württemberger








 
Nada volverá a ser como antes. Lo digo sin nostalgias; creo que, a pesar de algunas ausencias irremediables, es una buena noticia. Afronto el nuevo curso con un bagaje de recursos, principios y objetivos muy diferente del que llevaba conmigo el año pasado por estas fechas. Los que me conocen dicen que me encuentran cambiada -a mejor-, y quizá algo de razón no les falta.
 
Los que me conocen saben también que soy un desastre para los cumpleaños y aniversarios, que se me olvidan siempre o casi siempre, aunque no por mala intención, sino por puro despiste. Casualidad o no, sin embargo, el 26 de agosto terminé la última de mis lecturas vacacionales, y mira por dónde se trataba de Robinson Crusoe, en la versión traducida por Julio Cortázar.
 
En otras circunstancias, la fecha no habría significado nada para mí. Pero este año los chivatos de las redes sociales desde bien temprano me avisaron de que se trataba del "cumple" del genial escritor argentino, así que aquel día Cortázar lo inundaba todo (bendita inundación, añadiría yo...). Difícilmente iba a poder pasárseme por alto una efemérides de ese calibre.
 
Sería prolijo referir aquí toda la serie de coincidencias y situaciones que de un tiempo a esta parte me conducen por este personal y cortaciano sendero, y no quiero aburrir a los lectores de este humilde blog. Diré únicamente que ante el nuevo curso me siento de verdad como Robinson, obligada en gran medida a partir de cero, pero no por ello privada de recursos, y que a día de hoy, y a pesar de las dificultades que mi oficio conlleva, mantengo la esperanza, y los ojos y la mente bien abiertos para aprender.
 
Desde ayer formo parte de un equipo que hemos instituido en mi centro de trabajo para la renovación tecnológica del mismo. Somos cuatro (un docente de Ciencias, una de Matemáticas, una de Informática y especialista en Atención a la Diversidad, y yo, que me ocupo del Departamento de Lenguas Extranjeras). Somos cuatro, pero aspiramos a implicar a todos los demás. Vamos a trabajar para mejorar las condiciones de trabajo en nuestro centro de educación secundaria, y de lo que vayamos avanzando daré oportuna cuenta en el blog.
 
Por mi parte, y para empezar, he fijado una serie de objetivos concretos que he reflejado en esta infografía. Aunque los retos se refieren a mi disciplina, el enfoque es transversal, y la centralidad se mantiene (como no podría ser de otra manera...) en el alumno y el proceso de enseñanza-aprendizaje. Básicamente, los propósitos son seis:
 
  • mejorar mis competencias tecnológicas y las de mis alumnos. Avanzar en el uso crítico, constructivo y didáctico de las herramientas informáticas.
  • integrar adecuadamente las redes sociales en el aula. Trabajar en el concepto de la condivisión y la colaboración como base del auténtico conocimiento.
  • progresar en la creación de materiales propios, en aras de una didáctica inclusiva y significativa para los alumnos.
  • realizar un hermanamiento digital con eTwinning, el espacio de comunidad para las escuelas europeas. Una excelente oportunidad para que mis alumnos comuniquen en español. Muy interesante también la oferta formativa que esta agencia europea ofrece a los docentes.
  • sentar las bases para la realización de proyectos basados en la metodología CLIL, es decir, de la enseñanza de una disciplina no lingüística en una lengua extranjera. Formarme y formar para ello.
  • mejorar las condiciones socio-tecnológicas de mi entorno de trabajo, empezando por lo básico. Intervenir para mejorar la red, el cableado y el emplazamiento, la configuración y el mantenimiento de las unidades de trabajo.
 
  
 
 



(...) Y llego ahora a una nueva etapa de mi vida. Cierta mañana, a eso del mediodía, yendo a visitar mi bote, me sentí grandemente sorprendido al descubrir en la costa la huella de un pie descalzo que se marcaba con toda claridad en la arena. Me quedé como fulminado por el rayo, o como en presencia de una aparición. (Daniel Defoe, Robinson Crusoe)




El inicio del curso se acerca. Tengo ganas de volver a disfrutar montando, desmontando y volviendo a montar. Hay mucho por hacer. Este año, además, casualidad o no, las clases empezarán en un día de la semana insólito... Viernes.



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